LA IMPORTANCIA DEL
DESARROLLO SOCIAL EN EL NIÑO EN PREESCOLAR.
Introducción:
En el curso de la existencia del niño, el medio juega un rol primordial.
El medio comienza por ser, para todos los seres vivos, un medio físico. Pero lo
que caracteriza especialmente a la especie humana, es que ella ha sustituido o
superpuesto al medio físico un medio social. En la infancia y en la etapa
deambulatoria, el medio del niño esta constituido primordialmente por su
familia, especialmente su madre; y si bien esta familia sigue siendo durante
algunos años su marco de referencia fundamental, comienza a ingresar en la edad
preescolar, en un circulo social mas amplio alentándoselo en forma creciente a
que se ajuste a la enseñanza de su sociedad.
Las experiencias que tiene el niño con sus iguales, desde la edad de 2 ó
5 anos, en adelante, hasta la adolescencia no solo le ayudan en los aspectos
sociales de su desarrollo sino que además son elementos necesarios para el
proceso mediante el cual se descubre a si mismo como individuo por derecho
propio. Por lo tanto la vida del niño con sus iguales tiene importancia desde
un punto de vista afectivo y desde el punto de vista del desarrollo de su
concepto de si mismo. En su desarrollo la asociación con sus coetáneos, el hecho
de compartir con ellos ideas que no comparten en su casa, de tomar decisiones y
de intervenir en actividades en las que el y sus iguales no tienen que dar
cuenta a los adultos, constituyen elementos importantes del proceso mediante el
cual aprende a valerse por si mismo. Para aprender a vivir socialmente con sus
compañeros, el niño debe tener la oportunidad de asociarse con otros niños.
Desarrollo:
Es alarmante y preocupante el incremento de
problemas de socialización, los cuales empiezan a manifestarse tempranamente de
diversas formas, iniciando la mayoría de ellos desde la infancia (0 a 9 años de
edad); desafortunadamente al no intervenir oportunamente en el manejo de los
mismos se convierten en un problema no sólo individual, sino además social, que
implica costos a todos los niveles, estas alteraciones del desarrollo incluyen
los berrinches, el trastorno negativo, desafiante, la mentira, el trastorno
disocial, la agresividad, el hurto, huir del hogar, etc.
La infancia, es un periodo de gran importancia
ya que en este se establecen las bases para el desarrollo sano del área
afectiva y social, principalmente el establecimiento de relaciones sociales
positivas, en esta etapa el niño al tener contacto con sus iguales y con los
adultos a través del juego y la convivencia cotidiana, aprende a expresar sus
ideas, manifestar necesidades, a crear vínculos afectivos y sociales, a
organizarse y a trabajar en equipo.
Por lo que diferentes dificultades pueden
presentarse durante el desarrollo, tanto en la adquisición de las habilidades
requeridas para relacionarse con los demás, como en la competencia social que
implica el tener relaciones sociales exitosas que serán un factor determinante
que marque la forma en la que el individuo llevará a cabo su interacción social
con el resto de las personas en el futuro. Los infantes que gozan de un
alto grado de interacción con su madre muestran un mayor nivel de
socialización, son más comunicativos, sienten menos adversidad ante los
cambios, mayor habilidad para comunicarse, más disposición de prestar ayudar y
apoyar a los demás, crea sentido de pertenencia hacia los grupos con los que se
relaciona y con los cuales convive.
Las conductas problema que se presentan con más
frecuencia tanto en el medio familiar, como escolar son: violencia y riñas
entre los iguales, pataletas o rabietas por la negativa a los deseos del niño,
poca tolerancia a la frustración, tomar lo que no es suyo, oposicionismo.
En el curso de la existencia del niño, el medio
juega un rol primordial comienza por
ser, para todos los seres vivos, un medio físico, Pero lo que caracteriza especialmente a la especie humana, es
que ella ha sustituido o superpuesto al medio físico un medio social.
En la infancia y en la etapa deambulatorio, el
medio del niño está constituido
primordialmente por su familia, especialmente su madre; y si bien esta familia sigue siendo durante algunos años su
marco de referente fundamental, comienza a ingresar en la edad preescolar, en
un circulo social más amplio alentándoselo en forma creciente a que se ajuste a la
enseñanza de su sociedad.
Las experiencias que tiene el niño con sus
iguales, desde la edad de 2 ó 5 años hasta la adolescencia no solo le ayudan en
los aspectos sociales de su desarrollo
sino que además son elementos necesarios para el proceso mediante el cual se descubre a sí mismo como individuo
por derecho propio.
Por lo tanto la vida del niño con sus iguales
tiene importancia desde un punto de vista afectivo y desde el punto de vista del desarrollo de su concepto de
si mismo.
En su desarrollo la asociación con sus coetáneos, el hecho de compartir con
ellos ideas que no comparten en su casa, de tomar decisiones y de intervenir en
actividades en las que él y sus iguales no tienen que dar cuenta a los adultos,
constituyen elementos importantes del proceso mediante el cual aprende a
valerse por sí mismo, para aprender a vivir socialmente con sus compañeros, el niño debe tener la oportunidad de
asociarse con otros niños.
Los
seres humanos nacimos para ser sociables, desde que estamos en el vientre de
nuestra madre, hasta el último día de nuestra vida hemos de desarrollar
experiencias socialmente relevantes, de aquí la importancia de enseñar a
nuestros pequeños, pautas de conductas para mantener buenas relaciones con los
demás, que son la base de una buena inteligencia emocional; la detección temprana de alguna dificultad en el desarrollo
de un niño no debe tener consecuencias de discriminación o disminución de
expectativas por parte de los adultos.
Debemos darle bases a los chicos de cómo
enfrentar todo tipo de parámetros en su vida futura como religión, culturas,
raza y para esto se desarrollan actividades que los vinculen con esto y les
enseñe la diversidad dentro de una sociedad.
Dentro
del nivel de preescolar el juego fomenta el carácter de los pequeños, es la
instancia de aprendizaje y ejercitación básica de la sociabilidad
"aprender a jugar, querer jugar, seguir las instrucciones, saber ganar y
perder, liderar un equipo, ceder, compartir los juguetes, son situaciones que
aportan al desarrollo de las relaciones sociales y deben ser aprovechadas como
oportunidad de crecimiento para ensenar tolerancia y respeto", un niño en
edad preescolar debe reír unas 300 veces al día, observa y analiza con qué frecuencia
sonríe tu pequeño/a, "está demostrado científicamente, que si riéramos
mucho más tendríamos una mejor calidad de vida, reír con tu pequeño/a y
enseñarles a sonreír en todo y por casi todo, por ejemplo al saludar, le ayuda
a aceptar las diferencias con agrado y superar las dificultades que por
naturaleza humana tendrá que experimentar.
El juego ayuda a consolidar esquemas psicofísicos de
comportamiento mental y nervioso, así pues, es parte integrante del desarrollo
de la inteligencia. Para Piaget, juego e inteligencia pasan por los mismos
periodos y clasifica el juego en tres grandes manifestaciones: juego sensorio
motor, juego simbólico (caracterizado por la construcción de símbolos a partir
de distintas capacidades y esencial para el equilibrio afectivo e intelectual
del niño) y juego reglado (caracterizado por practicar y adquirir un grado de
conciencia de la regla),
El
juego organiza la conducta: en vez de producir una conducta totalmente
espontanea, el niño actúa en el juego por ejemplo, como una mama o un chofer
de camión. Vigotsky sostenía que en el
juego los niños no actúan a su antojo puesto que obedecen determinadas reglas
de conducta, los niños distinguen entre jugar a la mama y a jugar a la maestra.
Hay distintos juegos y disfraces e incluso en lenguajes diferentes para cada papel.
Como anteriormente hemos señalado, el juego es un camino
natural y universal para que la persona se desarrolle y pueda integrarse en la
sociedad
Cierre
Ø Los
infantes que gozan de un alto grado de interacción con su madre muestran un
mayor nivel de socialización, son más comunicativos, sienten menos adversidad
ante los cambios, mayor habilidad para comunicarse, más disposición de prestar
ayudar y apoyar a los demás, crea sentido de pertenencia hacia los grupos con los
que se relaciona y con los cuales convive.
Ø el
juego es una herramienta que se utiliza tanto
para el desarrollo cognoscitivo, como para el desarrollo socio afectivo, el cual
sirve para que el niño aprenda valores tales como el respeto, el auto
estima, además de ser un medio de socialización que servirá para que puedan
relacionarse
Ø Si
el niño se desarrolla socialmente logrará participar en juegos respetando las
reglas establecidas y las normas para la convivencia, y evitan agredir verbal o
físicamente a sus compañeras, compañeros y a otras personas.
Ø entre
sí, tomando en cuenta que el mismo posee
una intención y un significado,